jueves, 25 de febrero de 2010

Cilindro Mágico.

Impactante fue la llegada,
mas impactante aun la entrada.
Minuto a minuto transcurría en el reloj
y no lograba caer de mi asombro.
Era algo único, algo mágico,
algo que había vivido y volvía a vivir.
Tenia ese sabor único, como yo lo había soñado,
y esa tristeza dulce cuando supe que todo había acabado.
Me miraba a mi mismo,
seguía sin entender que sucedía en ese momento,
los músculos tensos, pero a la vez aliviados,
sensaciones raras si las hay.
Paso a paso, todo fue fluyendo
y se fue diluyendo con el correr del tiempo,
de repente todo fue llegando a su fin,
debía regresar a mis pagos.
Con una sonrisa enorme en mi cara,
mire hacia atrás y dije ¡Ganamos!

viernes, 12 de febrero de 2010

El Silencio Perdido.

La onomatopeya del silencio perdido,
se desvanece en su angustia de corazón dolido.
Todos los síntomas que se esmeran,
todo eso y mucho mas a quedado en el olvido.
Recorriendo las calles, de este sitio vació,
me encuentro con un escapismo escondido.
Miro hacia mis lados, buscando algo de ruido,
solo encuentro caras, siluetas y vestidos.
¿Sera que el retroceso de la muerte ha venido?
¿O tan solo estoy perdido y no encuentro mi libido?
De todos sigo caminando algo escendido,
creyendo que finalmente llegare a destino.
Destruyo cada cosa que me haga revivir lo vivido,
y termino llorando con algún que otro suspiro.
Descubro una figura que se me hace conocido,
me doy cuenta que erro, y que vuelvo al principio.
Laberinto siniestro que me tiene entumecido,
maldigo a la suerte, a la tristeza y a los vivos.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Las Plegarias Del Lamento.

Otra vez se me ocurren las plegarias del lamento,
de tu invento y tu tormento.
Otra vez el destino que es incierto,
se da vuelta y se hace cierto entre sueños de cemento.
Otra vez la maldita brújula del encierro,
se hace dueña de mi cuerpo, mi locura y mi aliento.
Otra vez descubro las heridas, que cicatrizaron hace un tiempo,
hoy se encuentran al descubierto.
Otra vez vuelvo al suelo del infierno,
que nubla mis visiones, y me empieza quemar por dentro.
Otra vez el camino no es el correcto,
me pierdo en el desierto, vuelvo a casa y no te encuentro.
Otra vez la palabra que es mi fuente,
llueve en forma desvaneciente, y se escapan de mi mente.
Otra vez elegí erróneamente, solo por protegerte,
me lastimo inconscientemente.
Otra vez que la noche se hace amiga,
me desvela y me abriga, en soledad me bendiga.
Otra vez desaparezco y no vuelvo,
me hago trizas en el suelo y me olvido del lamento.