Al final la música termina dandome la razón,
en ese acorde que se enconde detrás del corazón.
En un mundo muy oscuro donde habita el terror,
quien haga las cosas desde el lado del amor,
alguna ventaja tendrá en un sueño de a dos.
No hay camino tan correcto que alimente la ambición,
pero si las convicciones que estremecen al dolor,
para encarar hacia adelante sin anhelos, ni temor.
El paralogismo que se opone a la razón,
la receta indiscreta que atormenta el corazón,
se refleja en esta taza vacía de té con desamor.
La inconsciencia que desprende la emoción,
la adrenalina que ayuda a empujarnos a la perdición,
nos hace cometer errores que pagamos con traición.
De todos modos, la paciencia nos ayuda,
nos frena dos segundos y no das vida,
para pensar, reflexionar y actuar con sabiduría.
Encarando con la frente marchita, como decía Gardel,
mis sueños se resguardan otra vez.
Intentare, como siempre, hacer el bien por sobre el mal,
generando así coherencia y decencia en mi andar.
Que tal vez nadie comprenda, o que muchos hagan mi cantar,
seguiré intentando con intentos de intentar.
Aunque el paralogismo se me oponga a la razón,
y la receta indiscreta envenene mi corazón,
y se refleje en una taza vacía con té de desamor.
Mi inconsciencia que desprende la emoción,
con la adrenalina que me entrega a la perdición,
me hará cometer errores que pagare con traición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario