El recorrido de las almas y auras claras como el alba, me recuerdan la niñez, tan lejano e inalcanzable a la que uno nunca ha de volver. Puede volver en pensamientos, en recuerdos bien patentes, pero nunca puede volver a florecer y crecer de nuevo para disfrutar su niñez. Risa y llantos todo el tiempo, felicidad y amargura en un momento, sin responsabilidades que entorpezcan, ser feliz y nada mas.
De eso se trataba, de eso se vuelve a tratar hoy. Ser feliz en este mundo es anhelo ya soñado por millones y millones de humanos, que día a día salen a calle y no callan en busca de su felicidad. No imploren al lamento, no se olviden del recuerdo, no descrean las verdades, no rían para obnubilar soledades. No callen sentimientos, no derrochen amor en fragmentos, no le escriban sin poesía a sus dioses, ni a sus guiás.
No atormenten su pasado que de el nos formamos, un pueblo que se olvidar, tropieza una y otra vez en la misma piedra. Elijamos con cuidado, no le den al que no da, que el silencio no se apodere de nuestro cuerpo a la hora de hablar. Escribamos nuestra suerte, tratemos de cambiar el acertijo, busquemos siempre la salida por la puerta mas conveniente. Que no roben sus sueños, que es lo mas importante que tendran por el resto de sus vidas, perdonemos que es divino, y que cada cual haga su camino de la forma que crea mas momentáneamente.
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