El sol de aquel calido Septiembre venia con la brisa encantadora de la primavera que se avecina. Figuras y sonrisas en los rostros enamorados de la vida, del amor, del rocio que lloran las flores en su mas bello esplendor. Todo parecia cuasi perfecto hasta que de repente una nube maliciosa hizo desparecer aquella calida luz, que se iba apagando de a poco, era el principio del final. El dia se habia hecho noche, las luces de los semaforos se prendian aleatoriamente, los locos del jardin eran lo mas cuerdos, y nosotros, los denominados "normales" corriamos para todos lados sin encontrar explicacion.
La respuesta era clara, el Sol estaba enfermo, ya no queria reir, solo queria llorar por su eterna soledad, estaba cansado de ser complice de engaños en el amor, estaba harto de ser testigo de millones de amores que nunca se terminaran, y el siempre les daba a las parejas enamoradas su maximo esplendor sin recibir nada a cambio. El no queria estar mas solo, queria su alma gemela, se habia volcado en duelo hasta proximo aviso, o hasta lograr romper aquel encanto maldito que lo habia dejado en soledad por toda la eternidad.
Pasaban los dias, los meses, y en la tierra todo seguia igual, era todo gris, sin calor, sin claridad que nos innunde con su hermoso color. Hasta que un dia, era de noche creo, porque fue la estrella que mas brilla en el espacio la que se acerco hasta el Sol para dialogar con el, y preguntarle que le pasaba, que era lo que apenaba su ser para no brillar y darle luz a todos como siempre. Esa estrella, dios mio, que bella, un aura celestial, de las mas angelicales que deben brillar sobre nuestro cielo, la primera en salir y la ultima en irse. Al ver que el Sol estaba muy triste y no le daba respuesta, siguio insistiendo hasta que el circulo amarrillo con una lagrima sobre su rostro le conto su desencanto, y la estrella le explico, que no era tan malo, que el alegraba a la gente, que el daba millones de sonrisas a los niños con solo posarse por unas horas al dia, que las personas estaban enamoradas de el, pero el sol se negaba en escuchar a tan bella estrella y seguia maldiciendo su desdicha.
De pronto se acercaba la hora de que termine la noche, y a la conversación se unió la Luna. Y la bella estrella rápidamente, sin dudarlo, decidió presentarle a la reina de la noche al rey del día, para que se conozcan. Vaya casualidad, basto solo una mirada para encontrar el amor mas eterno que ronda entre los seres, los objetos y el espacio. Estaban hechos tal para cual, ella tan bella, tan pálida, tan esbelta; y el, tan radiante, tan cálido, tan colorido, tenia todo lo que a ella le hacia falta como la reina a el. Entonces la Luna se oculto detrás de el Sol, que aquel 21 de Diciembre decidió terminar su paro y volver a regar de luz a la tierra.
Aquí abajo, ya nada fue igual, la gente tomo otra mirada hacia la vida, se acabaron las diferencias, triunfo lo que cada uno puede dar por sobre lo material, se terminaron las envidias, los odios, el poder y reino el amor, el mas bello amor, el amor mas puro, que nos unifico, que logro que tantos millones de personas lograran ser una sola, la mas compacto, reino la armonía, la amistad y la confianza; y allá arriba, en lo mas alto de este planeta, reino la Luna y el Sol.
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